Desarrollado en los años 50, la “carrera lúdica” polaca se basaba en un principio: para integrar la elite deportiva, no importa en que disciplina, es necesario realizar un trabajo de puesta a punto, de plasticidad, de todo el cuerpo en su conjunto. Solo apoyándose sobre una base sólida y versátil puede un organismo desarrollar todo su potencial
De esta afirmación básica surge el procedimiento conocido como “carrera lúdica o “jugando a correr”.
Con muchas variantes, aplicable tanto a corredores como a lanzadores o saltadores, la “carrera lúdica” sigue los siguientes principios:
-Utilizar ejercicios y terrenos variados, que demanden a los grupos musculares que se utilizarán en la competición y que requieran un trabajo gestual rico y variado. El objetivo es aumentar la capacidad de adaptación, saliendo de los ejercicios automatizados (trabajo de coordinación)
-Procurar la recuperación mediante el movimiento, usando la técnica justa y un relajamiento máximo (búsqueda de economía gestual)
-Privilegiar la recuperación mediante el trote, los ejercicios de respiración.
-Tomar en cuenta las ventajas de los diferentes procedimientos de entrenamiento, entre ellos el fartlek (uso de los recursos del terreno), el entrenamiento por intervalos (repeticiones y posibilidad de control y la técnica de velocidad (intensidad del ejercicio, eficacia del gesto o la postura)
Una sesión tipo podía desarrollarse según el siguiente modelo:
- Primera parte, calentamiento constando de tres grandes fases:
1) Corridas incluyendo numerosos ejercicios dirigidos a todas las partes el cuerpo y ejecutados de manera progresiva
2) Ejercicios de acomodamiento y de coordinación, utilizando los recursos del terreno y destinados a obligar al organismo a adaptarse permanentemente sin posibilidad de recurrir a lo que conoce bien (o sea, no permitir que se automatice)
3) Corridas en cotes a una velocidad liviana seguidas de elongación
Segunda parte: la velocidad.
Más que mejorar la velocidad, el objetivo de los ejercicios de la segunda fase de la « carrera lúdica” polaca eran, una vez más, favorecer la capacidad de adaptación gestual. Para ello, el corredor debía correr rápido, pero no al máximo, guardando una reserva. Los terrenos con pendiente negativa (bajada) son propicios a desarrollar una velocidad elevada sin un trabajo muscular exagerado. La relajación y la plasticidad del gesto encuentran así las condiciones óptimas para mejorar. Entre corrida y corrida, el objetivo era recuperar lo más rápidamente posible. Para ellos al trote se sumaban maniobras de relajación realizadas en armonía con la respiración (expiración).
Tercera parte: El entrenamiento por intervalos
Podían variar en volumen y velocidad, según el tipo de “carrera lúdica”
La “pequeña carrera lúdica” utilizaba sobretodo distancias cercanas a los 200m. corridas a una velocidad elevada. Si la mayor parte del recorrido podía ser en bajada, se recomendaba utilizar las subidas para obligarse a hacer un esfuerzo y mantener la velocidad
Ejemplo: 8 x 200m, con recuperación de 400m en trote
En la “gran corrida lúdica” , las distancias estaban a menudo en el rango de 400 a 1000m y el número de repeticiones podía llegar a 10. La velocidad estaba cerca de la que llamamos velocidad máxima aeróbica (la velocidad a la que se puede correr 3000m). La recuperación incompleta se realizaba de manera activa (footing). La misma finalizaba cuando la respiración se había atenuado y el corredor ya sentía la necesidad de recomenzar.
En ambos casos, la utilización de un terreno variado obligaba a los corredores a progresar en flexibilidad permitiéndoles así mejorar la economía gestual.
El entrenador Jan Mulak, afirmaba que en este contexto, los corredores potentes y poco flexibles o mejoraban o abandonaban.
-Cuarta parte:
La recuperación se efectuaba sobre la base de un footing liviano, de ejercicios de estiramiento y de relajación. Podía incluir una corrida rápida pero relajada sobre una distancia de 150 a 200m. La totalidad del trabajo duraba entre 1h15' y 2h.
Es interesante constatar que en esos tiempos y bajo este esquema, corredores polacos obtuvieron notables resultado en 3000m con obstáculos (obteniendo varios récords mundiales entre 1955 y 1965).
Si los entrenadores polacos creían que un cuerpo debía ser fuerte para poder correr rápido, al mismo tiempo, en otro rincón del mundo (Australia) un hombre llevaría la idea de fuerza al paroxismo
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