1900 – 1910: Un principio de siglo con impronta anglosajona
Los primeros años del siglo XX vieron el dominio de corredores de Inglaterra y los EE. UU. El sistema de entrenamiento consiste en poco más que correr las distancias en las que se competirá o muy cercanas a ella, a la velocidad que se desea desarrollar en la misma.
En la década del 10, el dominio y la metodología de los anglosajones comienza a ser seriamente desafiada por un pequeño país de apenas 3,5 millones de habitantes: Finlandia entra en la escena mundial de la carrera a pie.
En la década del 20 Finlandia se torna la capital de la carrera a pie. Corredores como Kolehmainen (JO de 1912 y 1920), Ritola y sobre todo Nurmi (1920 a 1934) consiguieron que su patria coleccionara títulos olímpicos y récords de todo tipo en este deporte. Sin embargo, esta camada de superdotados no tiene un método común a todos ellos, no hay tal cosa como “el método finlandés”. Cada uno sigue su sistema. Veamos como ejemplo, los casos de Kolehmainen y del gran Nurmi.
Hannes Kolehmainen: Su entrenamiento se basaba fundamentalmente en grandes distancias corridas a velocidades moderadas. Antes de los Juegos Olímpicos de Estocolmo (1912), comienza a entrenarse dos veces por semana. Por la mañana hacía largas caminatas y por la tarde, largas carreras o esprines en pista o ejercicios para aumentar la fuerza muscular. Lo esencial de su trabajo era realizado a velocidades moderadas. Influenció fuertemente a uno de sus más destacados admiradores: Paavo Nurmi.
Paavo Nurmi: El precursor
12 medallas olímpicas, de las cuales 9 fueron oro. Decenas de récords mundiales. Poseedor simultáneamente de todos los récords mundiales de 1500 a 20 mil metros, Paavo Nurmi es una leyenda de este deporte, tal vez el rey de los corredores.
Su entrenamiento
En los primeros años entrenaba como Koleimainen, o sea distancias largas a velocidades moderadas. Pero los resultados no fueron lo que él esperaba. Curioso y perseverante, busca alternativas, estudia, observa como entrenan otros. Termina concluyendo que sus pobres resultados son debidos a la falta de carreras rápidas durante los entrenamientos.
A partir de 1920 entrena de esta forma:
-Durante la mañana: aproximadamente 10 Km., mezclando en ellos algunos esprines
-Durante la tarde: Distancias más cortas, de 5 a 6 Km., con una aceleración en los últimos dos. La sesión terminaba con algunos piques de 100 metros.
Rápidamente observó resultados. Esto lo llevó a continuar con velocidades aún más altas. Antes de los Juegos de Paris (1924), la sesión matinal podía comenzar con 30 minutos de calentamiento, seguidos de varios esprines, luego una carrera rápida de 400 a 1000 metros, para finalizar con una corrida a velocidad constante de unos 3000 a 4000 metros.
Nurmi utiliza también la práctica de correr algunos tramos, a la velocidad prevista para la competición (lo que se conoce como entrenamiento de ritmo). Pero a diferencia de lo que era la práctica un par de decenios antes entre los anglosajones, esto no era para Nurmi la única metodología sino una entre varias.
A las carreras propiamente dichas, agregaba sesiones de refuerzo muscular a base de saltos y ejercicios de brazos. Este tipo de entrenamiento era particularmente diversificado e intenso para la época. Fue uno de los primeros, sino el primero, en hacer de la carrera el centro de su vida
Un estilo de vida
Nurmi prestaba mucha atención al reposo y la recuperación (sueño, sauna, masajes), cuidaba su alimentación, no fumaba ni bebía. Esto, sumado a una extraordinaria fuerza de voluntad, hicieron que el entrenamiento para la carrera a pie ya no fuera el mismo después de Nurmi. Fue el primero en entender que correr seriamente, es una actividad que requiere dedicación total. Demostró que el entrenamiento monótono o regular no es poco eficaz. Probó también que el entrenamiento en alta velocidad desarrollar resistencia. Estos conceptos habrían de marcar profundamente los métodos provenientes ahora de otro país escandinavo: Suecia
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